A principios de marzo de 2021 se publicó en redes sociales, un video en el cual se observaban cientos de peces muertos en lo que parecía ser una laguna que se secó. El video lo pueden apreciar en la página de FB Cosas de Alan. También salió la nota Un xuch expone a miles de peces en medio del monte
Mostré las imágenes a mi hermanito Dany (con síndrome de Down) y le causó un cocteil de sentimientos encontrados: entre asombro, tristeza y curiosidad por ver tantos peces muertos. Le pregunté -¿Quieres ir a conocer ese lugar? Y emocionado dijo que sí.
Yo he leído algunas cosas sobre el “xuch”, entiendo el fenómeno hidrogeológico, pero no lo conocía y obviamente moría de ganas de saber cómo es. Así que me comuniqué con la persona que lo publicó en las redes sociales y acordamos para que nos guiara al lugar.
Aprovechamos el siguiente fin de semana para
embarcarnos a la aventura, hacia Huntochac, comisaría de Oxkutzcab en el “cono
sur” de Yucatán, casi con los límites con Campeche.
Dany ha salido muchas veces conmigo a conocer
cenotes, aguadas y algunas grutas, todas esas visitas en el centro de la
entidad yucateca, en municipios que pertenecen a la Reserva Estatal
Geohidrológica del Anillo de cenotes. Él no conocía el sur (yo sí); pero movido
por la preocupación por “los peces muertos” y la curiosidad por saber qué
estaba pasando, durante el camino -algo largo, por cierto- estuvo observando y
atento.
Cuando llegamos a
una intersección con el municipio de Oxkutzcab, al fondo del camino,
aparecieron las montañas bajas alineadas del sur (conocidas localmente como las
sierritas de Ticul y Sayil), Dany alzó la mirada, suspirando y con cara de
sorpresa exclamó: ¡Mira Meli, montañas!
Me emocioné
muchísimo al ver su rostro anonadado porque sin decirle, él solo observó y
reconoció lo diferente que es el paisaje en esa zona; le “saltó” a la vista
algo que solo había visto por películas y por imágenes. Dany es muy territorial
-aunque yo quisiera- no es fácil viajar con él a otras regiones por un largo
tiempo, él necesita y le gusta estar en casa. Generalmente solo acepta ir a
viajes cortos, con la promesa de conocer algo interesante.
No sé quién estaba
más emocionado, si él por conocer las “montañas” (elevaciones que no superan
los 220 metros sobre el nivel del mar) o yo por ver su reacción de sorpresa y
emoción. Creo que ambos disfrutamos de ese breve y espontáneo descubrimiento.
Para no hacer más
largo el cuento, llegamos a Huntochac, nos encontramos con nuestros guías, Alan
y su amigo, dos chicos atentos y muy amables. Nos llevaron al lugar. Dany
caminó al principio con un poco de temor porque había unas vacas, sin embargo,
la curiosidad por ver “los peces muertos” pudo más para llegar al punto.
Llegamos al sitio, ya olía feo, pero no impidió que él permaneciera ahí para
observar el paisaje, una mezcla de una zona boscosa con otra de una zona algo
árida y con algunos charcos repartidos como reminiscencias de las inundaciones
que dejaron las intensas lluvias del 2020.
Una garza ya muerta,
esqueletos de peces, conchas de caracoles, zopilotes revoloteando y una especie
de “riachuelo” corriendo hacia el xuch, que se veía como un gran hoyo que
continuaba “tragando” el agua que seguía llegando a través de una zanja que los
lugareños ya mucho antes habían construido para evitar que sus cultivos se
inundaran, pero con todas las lluvias del 2020 nada de eso fue suficiente por
lo que se formó un enorme lago por varios meses, hasta que la tierra se abrió y
tragó todo a su paso.
¡¡¡Estábamos muy felices!!! Yo finalmente había conocido un xuch, Dany había entendido que pasó con “los peces muertos” y además había visto en vivo y a todo color, montañas. ¡Sin duda, un domingo inolvidable de grandes descubrimientos! ¡una recarga de energía con la Naturaleza!
*Texto originalmente escrito y publicado para CEAMH UADY como "El xuch y los peces muertos".